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Jardín del Príncipe de Anglona

En pleno Madrid de los Austrias hay un pequeño, coqueto y tranquilo jardín que es desconocido por muchos madrileños, seguramente por encontrarse medio oculto tras altas tapias y tener como único acceso una pequeña puerta, casi imperceptible en la parte baja de la Plaza de la Paja. Hablamos del Jardín del Príncipe de Anglona.

Tanto el jardín como la casa palaciega anexa, a la que pertenecía, toman su nombre de Pedro de Alcántara Téllez-Girón, príncipe de Anglona y marqués de Javalquinto, quien habitó en el lugar en el siglo XIX (actualmente el jardín es propiedad del Ayuntamiento y el palacio se ha reconvertido en viviendas y locales particulares).

El diseño inicial del jardín data de 1761, cuando el Conde de Benavente, dueño en aquel entonces de la casa palaciega, encargó la realización de un pequeño jardín de estilo neoclásico a Nicolás Chalmandrier. No obstante, el jardín que actualmente vemos es resultado de la restauración que en 1920 encargo el marqués de la Romana, dueño por entonces, a Javier Winthuysen Losada, famoso diseñador de jardines y autor al respecto de numerosas obras en España.

El jardín del Príncipe de Anglona tiene la consideración de jardín colgante, ya que se sitúa sobre un terraplén artificial que salva el fuerte desnivel existente entre la plaza de la Paja y la calle de Segovia. Ocupa una superficie aproximada de 500 m², cuyo perímetro está cercado mediante una tapia de ladrillo, sobre la que descansa, en algunos tramos, una celosía. El jardín combina árboles de grandes dimensiones con pequeños parterres. En el centro del jardín hay una fuente de piedra y, en una de las esquinas, un cenador de hierro.

Si no lo conoces, no dejes pasar la oportunidad de visitarlo. Elige una hora adecuada (poca gente, luz apropiada). ¡Seguro que te gustará!.