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Rivas Vaciamadrid: Ruta de los cantiles del cerro del Telégrafo

La población de Rivas Vaciamadrid nos ofrece diversas alternativas de disfrute al aire libre que resultan especialmente interesantes para esta época primaveral. Son rutas generalmente sencillas, adecuadas para andar o para disfrutar en bicicleta. En esta ocasión voy a recomendar la denominada ruta del Camino del Monte y Acantilados de Rivas, ya que su recorrido en altura nos permite, además de disfrutar del paseo, ver toda vega del Jarama.

El camino debemos iniciarlo junto al Polideportivo (podemos llegar a él andando desde la estación de metro de Rivas Vaciamadrid o, si nos hemos desplazado en coche, dejando este en el amplio aparcamiento existente junto al polideportivo). El camino a seguir es facilmente visible, pues va recorriendo el borde de los abruptos cantiles del Jarama que separan el cerro del Telégrafo de la fertil vega.

Sorprende, si no se conoce la zona, descubrir desde la altura, la gran cantidad de lagunas existentes y visibles hasta el horizonte, donde se une el río Manzanares con el Jarama. Justo bajo los cortados en los que estamos observamos la laguna de El Campillo, objetivo tambien en otro momento de un paseo por su perímetro y en la que puede visitarse el Centro de Interpretación de la Naturaleza edificado por la Comunidad de Madrid. Esta laguna, como las otras existentes, se originó a raiz de la masiva extracción de gravas y arenas utilizadas como material de construcción.

Los cantiles o llamativos cortados de los montes que practicamente acompañan al Jarama a lo largo de su curso han ido exculpiéndo su forma a lo largo de los años. Los cerros yesíferos son el resultado de los sedimentos originados tras la evaporación de enormes masas de agua, rica en sales, que cubrían los fondos pantanosos y las depresiones salinas de La Mancha durante el Mioceno, época geológica que se inició hace unos 26 millones de años. El terreno resultante es facilmente erosionable, produciendo desplazamientos y desprendimientos que, en las laderas, al caer sobre el río Jarama, van poco a poco desplazándolo hacia el Oeste, alejándolo de los acantilados y creando meandros que, a su vez, originan depósitos en la cara interna de la curva. Es así como se forman los terrenos, fértiles y ricos en gravas y arenas de la vega que admiramos desde la altura del monte y que en su zona más próxima a la base de nuestro recorrido de hoy se conocen como la finca de El Piul.

Nuestra ruta va subiendo poco a poco hasta la cima del cerro del Telégrafo (así llamado por la existencia antiguamente en él de una torre de comunicaciones visuales). La vegeración existente durante todo el recorrido es de matorral, no existiendo árbolado (tenerlo en cuenta para evitar las horas y días de fuerte sol). En este tiempo, las cigueñas sobrevuelan con frecuencia nuestro paseo y ponen su punto adicional de encanto a la caminata. En la cima del cerro podemos dar por finalizado el paseo y regresar o, si lo preferimos, continuarlo hasta incorporarnos nuevamente a "la civilización" por Rivas-Urbanizaciones (en este caso el recorrido total sería de 16,3 Km).