Pongámonos en contexto: Tras la sublevación militar del 17 de julio de 1936 las tropas del denominado frente nacional avanzan rápidamente por la península, poniendo foco en la conquista lo antes posible de la capital. La que se conocerá como “Batalla de Madrid” va a desarrollarse entre el 4 y el 23 de noviembre. Las tropas de Franco están a las puertas de la ciudad (han tomado ya Getafe, Alcorcón y Leganes). El día 6 el gobierno decide trasladarse urgentemente a Valencia, dejando la defensa de Madrid en manos de una Junta presidida por el Gral. Miaja). El día 7 las tropas del bando nacional, dirigidas por el Gral. Varela entran en la Casa de Campo por la zona de Rodajos y Batán. Toman posiciones estratégicas y fijan su artillería en el Cerro Garabitas (es con 677 metros uno de los puntos más altos y excelente otero hacia la ciudad). El objetivo es lanzar una rápida ofensiva atacando por la Ciudad Universitaria y tratando de llegar hasta al Hospital Clínico y la Cárcel Modelo (estaba en Moncloa y sobre sus cimientos se edificó posteriormente el Cuartel Gral. del Ministerio del Aire). El río Manzanares se convierte en línea de frente y objeto de duros enfrentamientos para tratar/evitar traspasarlo (podemos hoy ver señalizados restos de la conocida como “pasarela de la muerte” en el tramo del anillo verde que hay entre el río y la tapia del Club de Campo). Madrid va a ser bombardeada masivamente durante días. El día 15 los nacionales cruzan el río y poco a poco avanzarán sus líneas. El día 23 Franco decide desde Leganés poner fin al ataque directo sobre Madrid que tanto daño había producido. La lucha no obstante seguiría como sabemos bastante tiempo más, pues la ciudad no fue entregada oficialmente por el gobierno republicano hasta el 28 marzo de 1939.
En el conocido como Vértice Paquillo, antes de pasar propiamente hoy a la Casa de Campo desde el Batán pues están en la zona de parque al otro lado de las vías del tren, encontramos los restos de dos bunkers (sólían construirse por parejas para facilitar el fuego cruzado). También veremos restos de edificaciones militares en las proximidades del puente de La Culebra. En el cerro Garabitas, en torno a la zona actualmente ocupada por la torre de vigilancia forestal, podemos apreciar lo que fueron líneas de trinchera. Recomiendo así mismo especialmente subir al cerro de las Canteras (es el que tenemos justo a la izquierda nada más iniciar la ascensión por el camino de Garabitas). Hay restos de varios nidos de ametralladora, líneas de trinchera y, sobre todo, unas magníficas vistas de Madrid que permiten entender por qué estas fueron zonas elegidas.
Sobre La Casa de Campo existen en este blog otras entradas que pueden ser también de tu interés.