Lo primero que nos llamará la atención de este museo es el
propio edificio en el que se ubica, pues en consonancia con el espíritu
costumbrista del mismo se ha optado por restaurar y rehabilitar
para albergarlo una de las tradicionales viviendas de corredor, -las famosas “corralas”-, que tan populares fueron en el pasado arquitectonico de los barrios humildes madrileños. En
concreto, la que nos ocupa era conocida como El Corralón y fue construida hacia
1860 en el llamado Cerrillo del Rastro, junto a la actual plaza del General
Vara del Rey. En sus comienzos, la planta baja de la corrala estuvo ocupada por
una casa de postas y, cuando está desapareció pasó a ser ocupada por diversos
comercios, permaneciendo así, aunque con cambios de negocios, hasta tiempo
reciente. Las plantas superiores eran viviendas.La entrada al Museo de Artes y Tradiciones Populares tiene lugar por un espectacular portalón de madera, antigua entrada de carruajes (los vecinos accedían a sus viviendas por los portales situados junto a él). Traspasado el zaguán llegamos a un llamativo patio, alrededor del cual se organizaba la corrala. Aunque se nota la rehabilitación, he de decir que me gusta el resultado pues se han respetado en lo posible vigas de madera originales y resulta ingenioso, por ejemplo, el aprovechamiento de la reconstruida fuente-abrevadero para dar iluminación natural al sótano abovedado de la instalación recurriendo a una base acristalada de la misma.
Respecto al fondo museístico decir que no es especialmente sorprendente, aunque si resulten curiosas algunas piezas.
En el museo se exponen objetos vinculados a la vida cotidiana y a las tradiciones de los pueblos de España. La actual exposición está dedicada al Ciclo festivo del año, representándose a través de objetos y trajes de muchas regiones los principales motivos de celebración que estaban más consolidados, tanto motivados por acontecimientos personales, como nacimientos, bodas o fallecimientos, como por aquellos de carácter más colectivo ligados a fiestas populares.
El fondo museístico existente parte de la donación de más de 2800 piezas de carácter etnográfico que Guadalupe González
Hontoria aportó a la Universidad Autónoma de Madrid y con las que se inauguró
este museo en 1975. Con posterioridad se ha ido enriqueciendo, disponiéndose
actualmente de unas 7000 piezas, de las que en la exposición sólo vemos una
muestra que periódicamente se cambia.Representando a Madrid podemos ver unos estupendos gigantes y cabezudos que sin duda a aquellos que ya tenemos cierta edad nos retraerán por unos momentos a tiempos pasados, pues en la actualidad raramente se ven ya en las fiestas de la capital.
