Templo de Debod

Resulta anecdótico que el edificio más antiguo de Madrid realmente no sea madrileño. Fue erigido en el lejano Egipto hace más de 2200 años y trasladado aquí piedra a piedra en 1970, eligiéndose para su nueva ubicación la montaña de Principe Pio, frecuentada hoy no sólo por turistas que quieren conocer el Templo de Debod, sino por muchos madrileños que gustan de pasear por los jardines existentes y, al atardecer, contemplar desde la balconada al Parque del Oeste las bonitas puestas de sol. Conviene recordar que en el promontorio donde actualmente está el Templo estuvo el Cuartel de la Montaña, tristemente famoso por ser el lugar donde se inició la sublevación militar de julio de 1936 en la capital y lugar fuertemente castigado durante la Guerra Civil por estar en la línea de contienda (en recuerdo de los allí caidos se colocó en 1972, a la entrada principal del actual parque, una gran escultura en bronce que representa a un hombre caido y mutilado en medio de un paredón, composición que, positivizando el tema, cuando algunos éramos mucho más jóvenes preferíamos referirnos a él como "El Iribar", por su semejanza con un portero en plena palomita. ¿No te lo parece?

Pero volvamos a ocuparnos del Templo. La razón de ser de que hoy esté en Madrid se debe a que fue regalado al gobierno español por el egipcio en agradecimiento por la colaboración prestada en la salvación de los templos de Nubia, principalmente el de Abu Simbel, que con la construcción de la presa de Asuán se encontraban condenados a desaparecer bajo las aguas si no eran trasladados de lugar. ¡No hay mal que por bien no venga!, al menos en esta ocasión, egoistamente, nos vimos gratificados.

El templo se llama de Debod por la localidad de la Baja Nubia en la que se erigió.
Inicialmente fue un pequeño santuario, mandado construir por el rey Adijalamani de Meroe, que se iría ampliando posteriormente con nuevas estancias fundamentalmente en la época ptolomeica y en la primera etapa de la dominación romana. Estaba dedicado a honrar a los dioses Amón e Isis.

El templo tiene sobre todo el interés de lo éxotico y el de representación en nuestra ciudad de una cultura admirada. El conjunto se encuentra reconstruido (algunas piedras originales faltaban y fueron sustituidas siguiendo la técnica que se conoce como anastilosis) y aunque no siempre se cuidó como debería (algunas reformas no fueron demasiado acertadas) merece la pena dedicarle una visita, pues en el interior se pueden observar algunos interesantes relieves, así como una maqueta del valle del Nilo que quedó cubierto por la presa y en la que se ubican los diversos templos que allí existían.

Si, como me ocurría a mi, hace tiempo que no has entrado al interior del Templo de Debod, te recomiendo te acerques a verlo (la entrada es gratuita). El horario de visita durante los meses de primavera y verano es: Martes a viernes de 10 a 14 horas y de 18 a 20 horas. Sábados, domingos y festivos de 9:30 a 20:00 horas. En la web informativa que sobre el templo tiene el Ayuntamiento de Madrid se ofrece más información, así como un vídeo que nos habla del edificio y de la actividad que en él tenía lugar (puedes acceder desde aquí al mismo).