Góngora en el 450 aniversario de su nacimiento

Hasta el 19 de agosto se puede visitar en el museo de la Biblioteca Nacional la exposición “Góngora. La estrella inextinguible. Magnitud estética y universo contemporáneo”, muestra con la que se conmemora el 450 aniversario del nacimiento del genial poeta y dramaturgo cordobés del Siglo de Oro,  y que está reconocido como referente de la literatura contemporánea española y latinoamericana.

El estilo literario de Luis de Góngora, especialmente el reflejado en su poesía, supuso un cambio importante con respecto a lo que se venía haciendo, considerándosele el iniciador del denominado culteranismo (también llamado, en su honor, gongorismo). Este nuevo estilo, que tuvo ya en su época defensores y detractores (conocida es, por ejemplo, su rivalidad con Quevedo), buscaba la renovación léxica y sintáctica, recurriendo a un vocabulario escogido (frecuentemente extraído sin cambios del latín), a la proliferación de referencias mitológicas y a la abundancia en el uso de metáforas puras, aliteraciones y epítetos. Su estilo y su obra fue reivindicado siglos después principalmente por los poetas de la generación del 27 (Lorca, Damaso Alonso, Alberti, etc).

La exposición está dividida en varios bloques a fin de aproximarnos mejor al entendimiento de su vida y obra, tanto en el contexto de su tiempo como en su influencia sobre autores posteriores. Así, podemos contemplar libros que le interesaron, cuadros de lugares y personajes que incidieron en su vida, manuscritos de su obra (una buena parte no fue originariamente impresa, siendo por ello de gran valor las recopilaciones que se hicieron, destacando entre ellas las del famoso Manuscrito Chacón), libros editados, reconocimientos ulteriores, etc.

Sobre la vida de Luis de Góngora y Argote haré aquí solo un breve resumen: Nacido en Córdoba, en 1561, perteneció a una familia noble, lo que sin duda le marco en su lucha posterior por mantener una cierta posición social. Tras sus estudios en Salamanca  tomó ordenes menores y fue canónigo de la catedral cordobesa. Realizó, comisionado por su cabildo, diversos viajes por España, siendo finalmente nombrado por Felipe III en 1617 capellán real. Para desempeñar tal cargo vivió en la Corte hasta 1626, arruinándose para conseguir cargos y prebendas a buena parte de sus familiares (de esta época, concretamente de 1622, es el retrato que le hizo Velázquez y en el que se le ve claramente amargado. ¡No me extraña!). En 1627, perdida la memoria, marchó de regreso a Córdoba, donde murió de una apoplejía en medio de una extrema pobreza (para más detalle sobre la vida y obras de Luis de Góngora pulsa aquí).

Para finalizar esta entrada del blog, puesto que Góngora fue un gran amante de la música y parece ser que ya en su tiempo se musicalizaron algunos de sus poemas, quiero retomar aquí dicha costumbre y recordar a uno de nuestros grandes cantautores: ¡Señoras y señores!, les dejo con Paco Ibáñez y su versión del poema de Góngora “Ándeme yo caliente y ríase la gente”.