La "momia de la plaza", como popularmente es identificada ya por algunos vecinos de la zona, fue en su día una estatua de cierto relumbrón, pues formaba parte, junto con otras dos a las que me referiré más adelante, del llamativo conjunto escultórico que coronaba la fachada principal del que fue en origen Ministerio de Fomento y hoy lo es de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Las esculturas que actualmente vemos en la cúspide de este singular edificio de la glorieta de Atocha son una réplica en bronce de las originales de mármol, las cuales fueron retiradas en 1976 pues, algo deterioradas, amenazaban con arrojar fragmentos sobre los viandantes (hubo varios desprendimientos).
Nuestra momia y sus dos referenciadas compañeras fueron creadas a principios del siglo XX por Agustín Querol, uno de los escultores españoles más cotizados por aquel entonces (obras suyas en Madrid son también, por ejemplo, los monumentos a Quevedo y a Claudio Moyano, el mausoleo de Cánovas del Castillo y el frontón de la Biblioteca Nacional). Querol proyectó un conjunto escultórico en el que se exaltaba alegóricamente al progreso: En el centro de la composición La Gloria (una victoria alada junto a las alegorías de la Ciencia y el Arte) y a ambos lados de ella, dos Pegasos acompañados por figuras humanas que simbolizan, en un caso la Filosofía y las Letras y, en el otro, la Agricultura y la Industria (este es el que se corresponde con nuestra momia).A fecha de hoy sólo esta última parece haberse asentado definitivamente en su nuevo lugar, pues la aventura de los Pegasos sigue sin estar definida: Uno, nuestro protagonista, permanece como ignorado en esa plaza pendiente de remodelación, el otro fue trasladado en 2005 a un recinto almacén del Ayuntamiento en la calle Ancora. Su deterioro, fruto del tiempo y de la manipulación en los traslados sufridos, es apreciable.