Sala Canal de Isabel II nos ofrece hasta el 23 de febrero la interesante exposición "Nicolás Muller. Obras maestras", una estupenda muestra con la que se homenajea a este gran fotógrafo social del siglo XX aprovechando que se cumplió en 2013 el centenario de su nacimiento.
Nicolás Müller nació en Hungría en 1913, en el seno de una familia judía de clase acomodada. Sin duda influenciado familiarmente por su padre, que era un conocido y reputado jurista, estudió Derecho y Ciencias Políticas en su país, desarrollando paralelamente a sus estudios una creciente afición por la fotografía. Su interés por lo social le lleva a formar parte en su etapa universitaria de un grupo con inquietudes similares que edita una serie de libros bajo el título de Descubrimiento de Hungría en el que se denunciaba la situación de explotación feudal a la que estaban sometidos los campesinos. Las autoridades húngaras, molestas con dichas publicaciones persiguieron y encarcelaron a los redactores, hostigando también a Muller por ser el autor de las fotos que ilustraban dichos libros. Ello, unido al creciente nacionalismo antisemita que las ideas nazis habían introducido ya en Hungría y a la amenaza bélica que suponía la vecina Alemania, motivó el que Muller emigrase en 1938 a Francia, donde coincidirá con otros fotógrafos húngaros, como André Kertész, Brassai y Robert Capa, que le sirvieron de influencia directa en la que ya va a convertirse en su profesión (el no hablaba francés y la fotografía tiene la virtud de no requerir de la palabra para expresar su mensaje).
Pero la estancia en Francia durará poco. El avance de las tropas alemanas por Europa motiva a Muller nuevamente a huir. De Francia pasa en 1939 a Portugal, aunque permanecerá allí breve tiempo, pues debido a su condición de apátrida y fotógrafo de las clases trabajadoras y desfavorecidas su estancia en el país no será bien vista politicamente. Ese mismo año huye a Tanger, ciudad libre y cosmopolita en la que por fin va a poder respirar un periodo de aparente libertad y calma. Allí permanecerá durante siete años y, gracias a la amistad que consolidará con Fernando Vela, el secretario de Ortega y Gasset, verá como se le abren las puertas de colaboraciones con diversas publicaciones, e incluso es contratado por la Alta Comisaría de España en Marruecos para realizar reportajes sobre las ciudades de Tetuán, Larache, Tánger y Melilla.
En 1947 viaja a España invitado por La Revista de Occidente para hacer una exposición de su obra, decidiendo al año siguiente cerrar su etapa en Marruecos y trasladarse definitivamente a vivir en nuestro país. En 1948 abre en España su estudio de fotografía e, introducido por Vela en los círculos de la Revista de Occidente y en las tertulias del Café Gijón, cempieza a relacionarse con la práctica totalidad de escritores, poetas, intelectuales y artistas que vivían en el Madrid de esos años, retratándolos con asiduidad y convirtiéndose en cierto modo en el fotógrafo "oficial" de la cultura española del momento: Azorín, Ortega y Gasset, Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso, Cela, Pío Baroja, Menéndez Pidal, Marañón y un largo etcétera de grandes personajes de nuestra intelectualidad quedarán inmortalizados por su cámara. Posteriormente, en los años sesenta, realizará además un amplio recorrido por toda España para ilustrar una guías regionales, trabajo gráfico que hoy supone un verdadero tesoro documental de la España de la posguerra.Nicolás Muller fallece en Andrín (Asturias) en el año 2000.
Sinceramente merece la pena no perderse la exposición.
Exposición: Nicolás Muller. Obras maestras
Lugar: Sala Canal de Isabel II (c/ Santa Engracia, 125)
Horario: Martes a sábado de 11 a 14 y de 17 a 20,30 h. Domingos de 11 a 14 h.
Entrada gratuita
