Este conjunto de edificios, situados en el lado izquierdo de
la Plaza de la Villa según entramos desde la calle Mayor, son los más antiguos
de carácter civil que se conservan en Madrid. Construidos en el siglo XV
pertenecieron a la familia de los Luján, una de las familias más poderosas e
influyentes de la Edad Media madrileña y que por tal motivo sin duda decidieron
instalarse en la plazuela que entonces era el corazón de la Villa, centro
comercial (allí estaba instalado el mercado) y también centro político y social,
pues la cercana iglesia de San Salvador era el lugar de reunión del Concejo
madrileño.
El conjunto que exteriormente podemos admirar está formado
por tres inmuebles de estilo mudejar. En el nº 2 se encuentran la Casa y Torre
de los Lujanes, edificaciones de entre los años 1460 y 1490. Con fachada de
mampostería y ladrillo, el cuerpo superior de la Torre está adornado por
pequeños arcos ciegos de herradura. La espléndida portada principal de piedra
que da a la plaza conserva los escudos de la familia Luján y merece la pena
también fijarse en la puerta de acceso a la torre, situada en la calle del Codo.
En el nº 3 de la plaza se encuentra anexa otra casa también de los Lujanes
originaria de 1494. En este edificio estuvo la Hemeroteca Municipal hasta 1983,
año en que fue trasladada al Cuartel del Conde Duque.
La Torre de los Lujanes sufrió graves daños y reformas a
causa del tiempo y de sus sucesivos inquilinos, llegándose a pensar en derribarla, pero por suerte y gracias en parte a su leyenda
histórica, decidieron salvarla de la piqueta y darle uso civil. Así, dado que durante
mucho tiempo fue uno de los edificios más altos de la capital, probablemente el
más alto de los edificios civiles, a principios del siglo XIX se eligió la
torre para ubicar en ella la primera estación del telégrafo óptico de la línea
Madrid-Aranjuez. Posteriormente, en 1858 se convertiría en la sede de varias
sociedades y entidades, como la Sociedad Económica Matritense de Amigos del
País, la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas o la Real Academia de
Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
Pero hablemos de la leyenda que rodea a esta Torre y que
hace referencia a la supuesta estancia en ella del rey Francisco I de Francia:
Parece ser cierto que cuando Francisco I fue derrotado y hecho prisionero en la
batalla de Pavía, Carlos V, que se hallaba convaleciente de una enfermedad en
Madrid, ordenó que se le hiciera llegar a la ciudad y se adecentara y
aprovisionara el Alcázar para que fuera custodiado allí. Francisco I emprendió
un largo viaje desde Italia, deteniéndose en Nápoles, Barcelona, Tarragona,
Valencia, Guadalajara y Alcalá de Henares. En aquellos momentos, el Alcázar de
Madrid no era un palacio, sino un edificio de utilidad estrictamente militar.
Los reyes nunca se alojaban en él cuando estaban en Madrid, sino en casas
particulares de allegados. Es probable que cuando Francisco I llegó a Madrid el
Alcázar no estuviera todavía preparado y que fuera uno de sus guardianes,
Hernando de Alarcón, quien decidiera alojarle provisionalmente en alguna de las
casas de la ciudad. La familia de este Hernando de Alarcón tenía amistad con
los Lujanes, y la casa de estos reunía una serie de requisitos imprescindibles
para tal cometido, además de la propia dignidad de la familia, que la hacían
idónea para ello, como el estar dentro de la muralla y la cercanía al Alcázar.
Pero la leyenda va más allá y hace referencia anecdótica a un frustrado intento por parte
de Carlos V de mostrar su superioridad sobre el rey de Francia haciendo que este se
inclinase ante él, cosa que entre monarcas no solía aceptarse. Para tal fin ideó recibirle en una sala de dicha Torre a la
que se accedía por una puerta baja, de forma que al pasar por ella el francés,
que no era precisamente bajo, debería inclinarse. Por lo visto Francisco I se
olió el truco y ante la sorpresa de los presentes decidió entrar de espaldas por la puerta,
dando con ello el culo a Carlos V y convirtiendo la posible humillación en afrenta. La historia parece ser que es poco
verosímil, pero no cabe duda que resulta una salida ingeniosa.
Para completar la información sobre la Torre de los Lujanes facilito seguidamente un enlace a una página de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas que ofrece una visita virtual a las instalaciones de su sede en dicho edificio.