El Museo Sorolla, inaugurado en 1932, ocupa un bonito edificio de dos plantas que en su día fue la residencia en Madrid del pintor y de su familia. La vivienda está precedida de un agradable y coqueto jardín de inspiración andaluza que contiene algunos elementos, como la fuente de chorros, que nos recuerdan al Generalife de Granada. La casa, que como el jardín se construyó también siguiendo las directrices de diseño del pintor, es un palacete de dos plantas con una distribución interna que permitía independizar el área de trabajo, con el taller y las salas de exposición y almacén, de las estancias privadas de la familia. A tal fin la vivienda dispone de dos entradas, realizándose el acceso al Museo por la ubicada al fondo del jardín y que se corresponde con el área profesional.
La muestra pictótica de Joaquín Sorolla que podemos ver en el museo es bastante completa, estando representadas las diferentes etapas del pintor y permitiéndonos disfrutar de la visión directa de muchos de sus cuadros más conocidos. Por destacar algunos, -¡como no!-, los correspondientes a esas escenas de playa en los que, a través del trazo suelto y la adecuada utilización de colores, nos trasmite la luz mediterránea que tanto caracteriza sus pinturas.
Junto a los cuadros representativos de escenarios exteriores, Sorolla sobresalió también por sus retratos y, puesto que muchos fueron pintados en esta casa, resulta interesante e ilustrativo ver el taller donde trabajaba: Una amplia sala cubierta por un gran lucernario y saturada de cuadros y objetos diversos que buscan crear diversos ambientes inspiradores. La distribución de varios caballetes por el taller son indicativo de que, con frecuencia, Sorolla trabajaba paralelamente sobre varios cuadros.
En la parte de la casa destinada a la vida familiar y social destar el salón de la primera planta, con amplios ventanales que dan al jardín y en el que se muestra diverso mobiliario de la época, como una valiosísima lámpara de tulipas amarillas de la casa Tiffany. Curiosas son también la salita antecomedor, en la que Sorolla quiso rememorar las habitaciones de Felipe II en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, y el comedor.
Subiendo a la segundas planta, en lo que en su día la zona más doméstica de la casa, encontramos que actualmente el espacio ha sido reconvertido para acoger exposiciones temporales y es por tanto aquí donde podemos ver, hasta el 14 de octubre, la muestra sobre la mujer del pintor: Clotilde García del Castillo. Se exponen fotografías, lienzos, dibujos, cartas, y notas que muestran claramente el importante papel que tuvo esta mujer en la vida y obra de Joaquín Sorolla.
Para completar esta entrada del blog me parece interesante dar finalmente unas "pinceladas" biográficas sobre el genial pintor: Joaquín Sorolla Bastida nace en Valencia en 1863. Tras realizar estudios académicos en la Escuela de Bellas Artes de esa ciudad (1878-1881) se traslada a vivir una temporada a Italia. En 1888 contrae matrimonio con Clotilde (tendrá con ella 3 hijos: Mª Clotilde, Joaquín y Elena). En 1889 viaja a la Exposición Universal de París, donde descubre a los pintores nórdicos y su peculiar tratamiento de la luz, comenzando a raiz de ello una nueva etapa en su pintura en la que predominan nuevas temáticas, como el costumbrismo marinero o el realismo social. Tras obtener en 1900 el Grand Prix de los pabellones español y lusitano en la Exposición Universal de París se inicirá su etapa más brillante, en la que la luz es el interés dominante en sus pinturas. Hace también retratos que le producen grandes ingresos y se interesa por el paisaje, viajando por distintas regiones españolas para recoger sus matizaciones. Sigue cultivando su costumbrismo marinero, del que derivan desde 1904 sus temas de playa, lo más reconocido de su producción, e inicia a partir de 1907 sus estudios de jardines, fundamentalmente en Andalucía. En este periodo expone individualmente en varias ciudades de Europa y de Estados Unidos. En 1911 firma un contrato con The Hispanic Society of America de Nueva York por el que se compromete a hacer una gran decoración sobre Las Provincias de España (estas grandes pinturas pudimos verlas en la retrospectiva del pintor que en su día expuso el Museo del Prado). En 1920 Sorolla sufre un ataque de hemiplejía que lo deja invalidado del lado izquierdo. Pese a los cuidados de su familia el pintor va languideciendo poco a poco, falleciendo el 10 de agosto de 1923 en su casa de veraneo de Cercedilla. Sus restos serán trasladados a Valencia, donde por concesión del Gobierno será enterrado con honores de Capitán General.
Horario: De 9,30 a 20 h. de martes a sábado y domingos de 10 a 15 h.
Precio: 3 € (entrada gratuita los domingos)
Precio: 3 € (entrada gratuita los domingos)
Acceso en Metro: Iglesia (Línea 1) / Rubén Darío (Línea 5) / Gregorio Marañón (Líneas 7 y 10)