Muchas de las personas que han viajado por la Comunidad de
Madrid seguramente saben de la existencia de castillos medievales en varias de
sus poblaciones, como es el caso de Manzanares El Real, Buitrago de Lozoya, San
Martín de Valdeiglesias o Arroyomolinos, pero es posible que desconozcan que
Madrid capital también dispone de un castillo originario del siglo XV. Hablo
del Castillo de la Alameda o Castillo de Barajas, pues con ambos nombres es
conocido.
Este castillo fue construido en el año 1400 por Diego Hurtado de Mendoza, Almirante Mayor de Castilla, erigiéndose en el símbolo visible del señorío de Barajas, La Alameda, Cobeña y Alcobendas, el cual había sido otorgado a su padre en 1369 por el rey Enrique de Trastamara en premio y reconocimiento a sus servicios para consolidar la corona de Castilla. El lugar elegido para levantar el castillo fue un pequeño promontorio a las afueras de la aldea de La Alameda (el nombre se relaciona con la abundancia de álamos en el lugar), en lo que hoy es el barrio de Alameda de Osuna (distrito 21 de Madrid).
Por decisión expresa de Don Diego, a su muerte en 1404, el
Señorío fue enajenado del mayorazgo de los Mendoza (bienes y títulos pasaban
automáticamente íntegros al hijo mayor del fallecido) y fue otorgado a su prima
y amante doña Mencía González de Ayala. Esta casó en 1406 con Ruy Sánchez de
Zapata y aportó como dote a dicho casamiento el mencionado señorío, razón por
la cual a partir de aquella fecha el castillo y la jurisdicción sobre estos
territorios pasaron a ser propiedad de la familia de los Zapata, que con el
tiempo adquiriría también gran peso en el entorno de la Corte (el personaje más
notable de esta familia fue Francisco Zapata de Cisneros, quien entre otros
cargos fue Presidente del Consejo de Castilla en la corte de Felipe II y al que
por sus méritos éste le concedió el título nobiliario de Conde de Barajas).
El castillo original, típica fortaleza medieval con fuertes
muros, foso y torre de homenaje, sería sometido a mediados del XVI a una profunda
transformación, convirtiendo la sobria residencia fortificada, ya entonces de innecesaria
finalidad defensiva, en un palacio rural de estilo renacentista. Se amplió y
ennobleció el interior del recinto principal, se aumentó el foso y se incorporó
este a la nueva área ajardinada que rodeaba todo el recinto y que más allá
incluía tierras de labor y hasta un estanque con isla y todo (este último espacio
queda actualmente oculto a la vista bajo las edificaciones de la parte baja). De
ser vivienda principal el castillo pasó a ser una villa de recreo, siguiendo el
nuevo gusto de la nobleza madrileña que prefería residir en la capital cerca de
la Corte (el Conde de Barajas fijó su residencia junto a la plaza que hoy lleva
su nombre), (esta costumbre es la que llevaría por ejemplo poco después a crear
también cerca de allí el Parque de El Capricho, al que
ya dediqué en su día una entrada de este blog).
El castillo de la Alameda (en la imagen adjunta puedes ver una recreación de como era externamente el castillo en su época de esplendor) ha sido a lo largo de su historia
escenario de importantes acontecimientos. En él residió en 1599 la reina Margarita
de Austria antes de su entrada en Madrid tras su boda con Felipe III en Valencia y en él
sufrieron cautiverio varios personajes de la Corte caídos en desgracia: En
1580, estuvo preso allí, tras unas desavenencias con el rey, don Fernando Álvarez de Toledo,
III Duque de Alba (famoso y temido gobernador de Flandes), corriendo posteriormente
en 1622 la misma suerte Pedro Téllez de Girón, III Duque de Osuna y virrey de
Nápoles, quien acabó además muriendo en su prisión de la Alameda.
El poderío de los Zapata disminuyó durante el siglo XVII y
tras el terrible incendio que sufrió el castillo en 1697 ya no volvió a ser
ocupado. Parte de su piedra fue utilizada para otras construcciones cercanas,
como el palacio de El Capricho de los Duques de Osuna y el Panteón de los Fernán Núñez,
herederos de los Zapata (esta construcción, de estilo neogótico obra del
arquitecto madrileño Marqués de Cubas a finales del XIX, es la que puede verse actualmente
junto al castillo). Este desmantelamiento, junto al abandono de años y ciertos
estragos sufridos en la Guerra Civil (el castillo fue una de las posiciones
defensivas que protegía el cuartel
general republicano establecido por el general Miaja en el bunker de El Capricho, y de cuyo uso
militar en la contienda quedan aquí como testimonio las troneras de disparo
abiertas en el muro y la casamata junto al castillo que sirvió de nido de
ametralladora) llevaron a que el castillo llegase a finales del siglo XX en un estado realmente ruinoso.
En 2006 el Ayuntamiento de Madrid decidió
acometer la protección arqueológica del área del castillo de la Alameda,
promoviendo junto a excavaciones y estudios del patrimonio existente (se
descubrieron también en el lugar asentamientos de época prehistórica y romana),
la restauración de parte de los muros y del foso, promoviendo junto con ello la
musealización del recinto, de forma que pudiese visitarse. A tal efecto se instalaron pasarelas, barandillas y paneles informativos que sin duda ayudan a comprender mejor la historia del lugar.
¡No dejes de ir a conocer este castillo!
Castillo de la Alameda
Situación: c/ Antonio Sancha, 1
Horario: Sábados, domingos y festivos de 10 a 21 h (hasta
las 18 h en otoño e invierno)
Metro más próximo: Alameda de Osuna (línea 5)
Entrada gratuita
Si deseas información más exhaustiva sobre este castillo te recomiendo la publicación que al respecto editó el Área de Gobierno de las Artes del Ayuntamiento de Madrid y a la que puedes acceder desde aquí.
Si deseas información más exhaustiva sobre este castillo te recomiendo la publicación que al respecto editó el Área de Gobierno de las Artes del Ayuntamiento de Madrid y a la que puedes acceder desde aquí.