Siendo
claro partidario del uso de los transportes públicos en las grandes ciudades
confieso que hasta hace poco no había hecho uso de uno de los que ofrece la
ciudad de Madrid. Me refiero al servicio de bicicletas eléctricas BiciMad que
el Ayuntamiento de Madrid puso en marcha hace ya más de un año. Lo he probado y
sinceramente recomiendo su utilización.
Hace
tiempo que uso la bicicleta como forma de esparcimiento y ejercicio (ya
comenté, por ejemplo, lo agradable que es su uso en la Casa de Campo y otras
zonas verdes) pero no la había usado como medio de desplazamiento urbano
propiamente dicho y la verdad es que para trayectos de media distancia puede
ser sin duda una agradable alternativa, pues la ayuda eléctrica que estas bicis
incorporan minimiza enormemente el esfuerzo que el ciclista debe hacer para
desplazarse, hasta el punto que las cuestas arriba se te hacen prácticamente
llanas.
BiciMad, el sistema de bicicletas públicas de Madrid entró en funcionamiento
el 23 de junio de 2014 con una primera fase del proyecto en la que se puso a disposición de los usuarios 1560
bicicletas y 123 estaciones de anclaje distribuidas en el rectángulo delimitado
por la calle de Bailén; el paseo del Pintor Rosales; las calles de Alberto
Aguilera, Sagasta y Génova; las calles de Padilla y de Doctor Esquerdo; la
avenida de Barcelona y la ronda de Toledo. La empresa navarra Bonopark es la adjudicataria del servicio por un periodo de 10 años.
El
servicio arrancó francamente mal, pues fueron numerosos los problemas técnicos
que surgieron y, aunque lentamente han ido corrigiéndose en buena parte, a día de hoy no podemos decir aún que el servicio funcione del todo correctamente, pues son frecuentes las quejas de los ya bastante numerosos usuarios del mismo (46.424 a finales de junio de 2015). En el
presente año 2015 está previsto incrementar el servicio BiciMad con 42 nuevas
estaciones (fundamentalmente en la zona norte de la ciudad), 1.008 anclajes y 468 bicicletas, de forma que a cierre de año Madrid
cuente con un total de 165 estaciones y 2.028 bicicletas eléctricas al servicio de los madrileños.
El servicio BiciMad funciona en dos modalidad de usuarios: Abonados y Ocasionales. Para los primeros, el precio de la tarjeta de abonado (se gestiona vía web y se obtiene en los totém que hay en las estaciones de anclaje) oscila entre los 15 euros y los 25 euros anuales, dependiendo de si se posee abono transporte o no, y las tarifas de uso son de 0,50 euros la primera media hora, y las siguientes fracciones (hasta las dos horas), de 0,60 euros cada una. Por su parte, el usuario ocasional tiene que seleccionar en el tótem una tarjeta de un día, tres días o cinco días. Esta tarjeta, gratuita, le permite retirar la bicicleta las veces que quiera durante el periodo de validez de la misma, realizándose el cobro que corresponda (más caro que en el caso anterior) por los tiempos de uso efectuados al final de dicho periodo de validez. Adicionalmente, como garantía del cobro, al expedir el tótem la tarjeta queda bloqueado un importe de 150 € en la disposición de saldo de la tarjeta bancaria ("pre-autorización") que se desbloquea cuando se ha realizado el cargo en la tarjeta bancaria del importe que corresponde por los tiempos de uso efectuados.
Desde la ventana de este blog quiero finalmente sumarme al requerimiento para que el Ayuntamiento de Madrid no ceje en la implantación y mejora de este servicio público de transporte, ecológicamente saludable, que nos sitúa gratamente en línea con iniciativas municipales similares implantadas con éxito en otras ciudades españolas y europeas. Confiemos en que poco a poco el servicio mejore y en que los madrileños y visitantes usuarios del mismo sepamos estar a la altura cívica que requiere siempre el buen funcionamiento de este tipo de iniciativas. Como dice el llamamiento de sensibilización ciudadana que estos días he visto circular por la red: Declaremos "la guerra" al vandalismo.
El servicio BiciMad funciona en dos modalidad de usuarios: Abonados y Ocasionales. Para los primeros, el precio de la tarjeta de abonado (se gestiona vía web y se obtiene en los totém que hay en las estaciones de anclaje) oscila entre los 15 euros y los 25 euros anuales, dependiendo de si se posee abono transporte o no, y las tarifas de uso son de 0,50 euros la primera media hora, y las siguientes fracciones (hasta las dos horas), de 0,60 euros cada una. Por su parte, el usuario ocasional tiene que seleccionar en el tótem una tarjeta de un día, tres días o cinco días. Esta tarjeta, gratuita, le permite retirar la bicicleta las veces que quiera durante el periodo de validez de la misma, realizándose el cobro que corresponda (más caro que en el caso anterior) por los tiempos de uso efectuados al final de dicho periodo de validez. Adicionalmente, como garantía del cobro, al expedir el tótem la tarjeta queda bloqueado un importe de 150 € en la disposición de saldo de la tarjeta bancaria ("pre-autorización") que se desbloquea cuando se ha realizado el cargo en la tarjeta bancaria del importe que corresponde por los tiempos de uso efectuados.
Desde la ventana de este blog quiero finalmente sumarme al requerimiento para que el Ayuntamiento de Madrid no ceje en la implantación y mejora de este servicio público de transporte, ecológicamente saludable, que nos sitúa gratamente en línea con iniciativas municipales similares implantadas con éxito en otras ciudades españolas y europeas. Confiemos en que poco a poco el servicio mejore y en que los madrileños y visitantes usuarios del mismo sepamos estar a la altura cívica que requiere siempre el buen funcionamiento de este tipo de iniciativas. Como dice el llamamiento de sensibilización ciudadana que estos días he visto circular por la red: Declaremos "la guerra" al vandalismo.