Sorprende encontrar en medio de la Casa de Campo, en un lugar tranquilo, alejado de las zonas de afluencia masiva de visitantes, una
imagen religiosa del Sagrado Corazón, custodiada además por dos obuses de la guerra
civil pintados de verde (es de suponer que para darles un toque “ecológico”), y rodeado todo el conjunto por un cuidado y poético
jardincillo. El lugar tiene un origen bélico, pero allí hoy se respira paz.
Durante la Guerra Civil la Casa de Campo fue zona de grandes
enfrentamientos (hablaré de ellos en otra ocasión y de los restos existentes de
la contienda que pueden aún verse) y en uno de ellos, en el lugar que nos ocupa, cuentan que salvó “milagrosamente”
la vida el Alférez Mayalde, que después, tras la victoria del bando nacional, fue
nombrado Conde de Mayalde y alcalde de Madrid. En agradecimiento a la
intervención divina en su salvación mando erigir el monumento, convirtiéndose por lo visto en la época en lugar de celebración de misas e incluso de peregrinación. Hoy son ciclistas y paseantes campestres, independientemente de que tengan crencias religiosas o no, quienes suelen hacer allí un alto en su ruta. Anotar al respecto de este lugar que el Ayuntamiento de Madrid lo tiene catalogado desde 2007 como monumento.
El recinto ajardinado está rodeado por una pequeña valla con cancelas, pero puedes entrar libremente a curisear y a recrearte leyendo los poemas que firmados por S.V.C. (iniciales de Santos Vaquero Cuerva) este ha ido dedicando a todo lo que allí se encuentra.
Aunque en los planos de la Casa de Campo se indica aproximadamente
la situación del Sagrado Corazón, puede servirte también de referencia el plano
esquemático que facilité en este blog al referirme a la ruta de los árboles singulares: Debes dirigirte hacia el marcado como punto 15 (Pinar del Santo) y continuar por
el camino que se apunta con línea discontinua.