Fernando Bellver es uno de esos artistas camaleónicos que,
desde el dominio pleno del dibujo y la técnica pictórica, es capaz de crear
obras de estilos iconográficos muy diversos, siendo acusado por ello de
impersonal por parte de ciertos críticos, aunque como él ha reconocido en
diversas ocasiones, dicho reproche no le molesta en absoluto, ya que lo que le divierte es
crear y con frecuencia, en la variedad está el gusto. Por supuesto, a los que disfrutamos con
su obra tampoco nos incomoda dicha dispersión de estilos.
La exposición “Bellver. Vida pasajera” que hasta el 28 de
agosto puede verse en el espacio Tabacalera Promoción Arte (Embajadores, 51) es
sin duda una buena ocasión de juzgar por nosotros mismos, pues contiene una
relativamente amplia muestra de lo que ha sido su trabajo creativo en los
últimos 30 años, incluyéndose entre las más de ochenta obras elegidas para la
ocasión aguafuertes, oleos y esculturas.
Podemos constatar que a menudo su obra se construye a partir de creaciones de otros artistas que nos son más o menos fácilmente reconocibles, y que es a partir de pequeñas o grandes transformaciones de los elementos de la composición, que esta cambia su sentido, cargándola a menudo de guiños irónicos. El resultado es por lo general una obra densa en imagen, pues Bellver gusta de llenar casi todos los espacios, que atrapa la atención del observador y le anima, más allá de la visión general a la búsqueda de detalles.
En la exposición podemos ver obras de varias de sus series
más conocidas, como la realizada en torno a las carreras de caballos, o la que tiene como protagonistas a los personajes del comic de Tintín. También se muestran por ejemplo varias Madonnas, y diversas obras
de su serie de viajes y hoteles, en las que, a modo de curiosa firma simbólica, podemos
distinguir esa pipa y ese sombrero que de algún modo forman ya parte de su
iconografía personal.
Fernando Bellver es madrileño, nacido en 1954. De familia
con tradición artística (es sobrino nieto del escultor Ricardo Bellver, autor
de la famosa escultura del Ángel Caído instalada en el parque del Retiro) estudió
en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid y se especializó en técnicas del grabado.
En el año 2008 recibió el Premio Nacional de Arte Gráfico.