Con el crecimiento en extensión y altura que se produjo en Madrid a finales del siglo XIX y principios del XX, se hizo evidente el problema de hacer llegar el agua a viviendas en cotas superiores a los 660 metros de altura con el sistema de depósitos enterrados existente hasta ese momento. Surgió así la idea de construir un primer depósito elevado que, basándose en el principio de vasos comunicantes, permitiese superar dicho obstáculo y diese servicio a las nuevas viviendas del ensanche (barrios de Salamanca, Chamberí y Cuatro Caminos). El nuevo depósito se construyó entre 1908 y 1911 en los terrenos del Canal de Isabel II entre la calle Santa Engracia y el Depósito Mayor. Tiene forma de torre cilíndrica, con una altura de 36 metros fabricada en acero y ladrillo. En la parte superior alojaba una cuba de estructura metálica de 1.500 m3 de capacidad, con una cubierta forrada de zinc.
La sala Canal Isabel II está en el número 125 de la calle Santa Engracia, La entrada a las exposiciones que se muestran en ella es de acceso libre.